La Selección ganó 1-0 en los octavos de final y se medirá al equipo inglés en Sídney. Catalina Usme, la figura con un golazo.









Actitud, fuerza y físico. Tres características que definieron el primer tiempo en Melbourne. Jamaica no salió a esperar y propuso un duelo mano a mano ante una Colombia que se plantó bien para controlar el ímpetu de las rivales. Por izquierda era por donde mejor se movía la Selección para ir al ataque con Linda, Leicy y Mayra juntándose.
Jamaica atacó bastante por izquierda a la espalda de Carolina Arias que siempre estuvo bien respaldada por Jorelyn Carabalí. Khadija fue la que más complicó con su potencia y habilidad en el uno contra uno. Hasta que Colombia se fue adueñando de la pelota y obligándolas a replegarse, aunque no tuvo salida por izquierda con Ana María Muñoz.
La pelota quieta fue la mejor arma de la Selección para hacerle daño a la defensa del equipo de Donaldson que poco a poco fue perdiendo protagonismo y precisión en el último cuarto de cancha. Con el 0-0 se fueron al descanso con más posesión para Colombia, pero sin un dominio total ante una Jamaica que se plantó en tres cuartos de cancha para evitar progresar. Apenas 1 remate al arco en los primeros 45′ y fue para las nuestras.
Una de las claves era esa, los cambios de frente para tomar mal parada a la defensa de Jamaica que a los 51′ dio ventaja para que Ana María Guzmán, que en la primera mitad no había salido, sacara un pase de costado a costado perfecto para Catalina Usme, que controló y con la frialdad que pedía la jugada definió al palo derecho de Rebecca Spencer para poner el 1-0 en Melbourne. Dos minutos más tarde, la sacó de la raya Jorelyn para evitar el empate.
Con la ventaja, Colombia lució más cómoda para atacar y Jamaica desesperada por romper para llegar a la igualdad hasta el minuto 78. La constante de la Copa se vio en las centroamericanas con Bunny muy sola para atacar, porque Brown no la acompañaba. El cansancio se empezó a notar en ambos equipos y el juego se hizo más directo.