Las victorias tienen mucho de sufrimiento y, aunque la Selección solo lo padeció con el penal de Popp, al final tuvo la jerarquía para ganar 1-2 en Sídney.








Creditos fotos: Federacición colombiana de fútbol
La Selección en la última fecha definirá su clasificación en el Grupo H ante Marruecos en Perth. El partido se jugará el próximo 3 de agosto a partir de las 5:00 de la mañana (hora de Colombia). En simultaneo se enfrentarán Alemania y Corea del Sur. 40,499 aficionados vivieron esta histórica victoria.
El fútbol sirve para aprender de geografía y para acercar a quienes por diferentes circunstancias han dejado el país. Se ratificó en la previa del partido, a los alrededores del Sídney Stadium el clima al mejor estilo de Barranquilla con 25 grados de temperatura a pesar de estar en invierno y un sol que bajo el ritmo de Joe Arroyo acercaba la gente al bar Watson’s el pedazo de Colombia en Australia que vivió la previa como si estuvieran al lado del Metropolitano. Hermandad y unidad por los colores y esta Selección que con fútbol derrotó a una de las favoritas.
El orden defensivo fue fundamental para sostener la ventaja. Sin meterse mucho atrás y presionando cada vez que las rivales tenían la pelota. Colombia enredó a una Alemania que si bien tuvo más la posesión nunca encontró el camino para vulnerar un equipo lleno de confianza. Los 10 minutos finales fueron de más inteligencia para ratificar el trabajo hecho durante 80′. Al final, un error en defensa llevó al penal que cambió por gol Alexandra Popp para el 1-1 que parecía final.
Sin embargo, en el tiempo de adición y en un tiro de esquina apareció Manuela Vanegas, la del carácter y perseverancia en la defensa para por arriba ganarle a sus marcadora y poner el 1-2 definitivo que sentenció una victoria histórica para un equipo que con fútbol ratificó que los partidos se ganan en la cancha y no en las previas. La Selección sigue avanzando en el sueño y con 6 puntos lidera el Grupo H.