Atlético Nacional fue un equipo práctico, que logró pasar un chaparrón de su rival en el primer tiempo y un aguacero en el segundo. Y con eso le alcanzó para vencer 2-1 a un Junior que lo hizo sudar y volver a meterse en la final de la Liga, después de cuatro años de ausencia. Nacional no tuvo un camino fácil para resolver estos 90 minutos. Junior hacía un buen partido, lo exigió en defensa, puso a trabajar al portero Kevin Mier y además pegó primero: a los 15 minutos, Freddy Hinestroza anotó el 0-1, con un remate desde afuera del área que se desvió en Emanuel Olivera para dejar sin opciones al arquero verde.
Con la ventaja visitante, Nacional no se vio cómodo. Junior, lejos de ponerse a defender el tanto y sabiendo que solo la victoria le daba opciones de ser finalista, se fue encima buscando el segundo. La jerarquía de Nacional para darle vuelta al juego
Sin embargo, en una jugada aislada, Dorlan Pabón lanzó un centro al área visitante, donde encontró a un compañero que la hinchada critica bastante, pero que suele anotar muchos goles en momentos clave de las campañas verdes: Jéfferson Duque metió la cabeza y anotó el empate, que volvía a meter a Nacional en la final de la Liga.
El 1-1 le dio un poco de tranquilidad a Nacional y luego dio una lección de efectividad: en la segunda llegada del partido con peligro del lado verde, otro centro, esta vez de Danovis Banguero desde la izquierda, cayó en el área visitante en busca de alguno de los dos Duque: Jéfferson pasó de largo, pero Jhon no: la embocó de cabeza y puso a celebrar a 43.230 hinchas verdes en el estadio Atanasio Girardot. La lluvia, protagonista en la segunda etapa
En el segundo tiempo apareció otro protagonista: la lluvia. La cancha del Atanasio no aguantó la cantidad de agua y comenzaron a aparecer charcos. Pero ni del lado de Nacional ni del lado del junior negaron algíun esfuerzo: lo entregaron todo.
El campo de juego arruinó la idea de Junior para darle vuelta al partido, pues todo lo bueno que habían conseguido en el primer tiempo, tocando la pelota y abriendo el juego por las bandas, no lo pudo hacer con la misma precisión.
Así las cosas, Junior, que había exigido en varias ocasiones a Mier y lo hizo figura, no pudo volver a llegar con facilidad y apeló al pelotazo frontal para tratar de hacer daño. Lo que logró fue destacar el trabajo de los centrales de Nacional.
El partido, que se había jugado limpiamente, tuvo un feo final: Hinestroza le hizo una fea entrada a Jarlan Barrera y terminó expulsado. Y luego de esa acción, del fútbol se pasó a los manotazos y a la bronca, que dejó como saldo otra roja, esta vez para Nelson Palacio, del local.
Puede que no sea el Nacional más brillante de la historia y que se le puedan encontrar muchos defectos en su juego. Pero es un equipo práctico y que sabe pegar en los momentos justos. Por eso, Hernán Darío Herrera y sus muchachos celebran una nueva final. El jueves se conocerá su rival.